Es un orgullo para todos los compañeros y compañeras del Movimiento Libres del Sur que Viki Donda ocupe cuatro años más una banca en el Congreso de la Nación. Su capacidad, honestidad y transparencia garantizan una gran representante para el pueblo argentino. Pero este triunfo es además la consecuencia de decisiones estratégicas correctas, de una excelente campaña en el FAP y del esfuerzo de toda nuestra militancia. Ayer juró Viki en el Congreso, todo Libres del Sur festejaba.
El Congreso de la Nación vio jurar por segunda vez consecutiva a nuestra compañera de Libres del Sur, Victoria Donda. Indiferente a los silbidos de los que dicen ser representantes de lo nuevo, Viki juró por Luciano Arruga (desaparecido por la bonaerense), Marita Verón (desaparecida en 2002 por las redes de trata) y todas las víctimas de la violencia institucional.
Los medios de comunicación, salvo contadas excepciones, se encargaron simplemente de detallar la ropa de Viki. En el las radios, cables, web, Twitter, etc., se hablaba solo de la minifalda, el escote, etc. Ni siquiera dieron cuenta de su jura completa, lo dejaron afuera a Luciano Arruga, desapareciéndolo por segunda vez. Pareciera existir un consenso por reducir a Viki a sus elecciones estéticas y dejar de lado las ideas que expresa.
La misma actitud sostuvieron ayer militantes de La Cámpora en la ceremonia de asunción en el recinto. Sobre esto opinó Viki: “En el primer acto del Congreso que tuvieron la oportunidad de aparecer como lo nuevo, no hicieron más que insultar e intentar acallar aquellos que hacemos de la política una herramienta para cambiar la realidad y para marcar aquellas cosas de la sociedad que todavía faltan. Resulta realmente paradójico, además, que sus agresiones sean de tono sexista, denigrando a la mujer, cuando su principal referente político es precisamente una mujer”.
Además de Viki juraron los demás diputados y diputadas del FAP, con lo cual nuestro interbloque en el Congreso queda compuesto por 22 miembros. Por otra parte, Alicia Ciciliani, del Partido Socialista (FAP), se quedó con la vicepresidencia tercera, disputada por el Peronismo Federal. Pero tanto el FPV como el radicalismo reconocieron la legitimidad del FAP en función del resultado electoral, y por eso terminaron dándonos su apoyo.
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