Dijo la presidenta ayer en Bariloche, en el
festejo del 25 de mayo, que el gobierno de Néstor Kirchner y el suyo les
devolvieron “a los argentinos la Patria que les habían arrebatado”.
Como peronista que es, suponemos que estaba hablando -con justa
razón- del país que se empezó a demoler allá por el 16 de Setiembre de
1955, Libertadora mediante. Habida cuenta que a partir de allí, aun con
idas y vueltas, nuestra república nunca volvió a ser lo que era,
particularmente para las mayorías populares.
El trabajo digno y
estable, el pleno empleo, la ausencia casi de pobreza, ni que hablar de
la desconocida indigencia, las jubilaciones y pensiones que permitían
una vejez sin privaciones, la calidad y extensión de la educación y la
salud públicas, la movilidad social ascendente, las viviendas populares
en cantidad y calidad necesarias, la YPF que derramaba su ganancia en
caminos y obras de infraestructura, los trenes que cubrían con servicio
adecuado el territorio nacional, la industria en permanente crecimiento,
la renta extraordinaria del campo en manos del IAPI, los créditos para
la producción, el Estado fuerte, la valoración de la política por la
sociedad, el orgullo por nuestra nación, la confianza en nuestro futuro,
en que los hijos estarían mejor que los padres, y tantas otras cosas
que conformaban la idea de patria que teníamos arraigada argentinos y
argentinas, fue como decimos, demolida sostenidamente por las minorías
pudientes a pesar de la dura resistencia que se les opuso.
Cuando
esa resistencia por fin derrotó al modelo de los sectores dominantes en
las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, en un contexto
internacional y regional que se había vuelto notablemente favorable a
nuestro país, se abrieron condiciones para recuperar aquella patria que
teníamos, e incluso mejorarla. Ese fue el desafío y también la
obligación de los gobiernos kirchneristas, como el suyo, que ya cumplen
nueve años.
Debemos decirle que lejos han estado, señora
presidenta, de haber cumplido, como usted sostiene. Solo basta para
probarlo comparar una realidad, la de 1955, con otra, la actual. Nuestra
economía ha crecido si, pero es tan desigual e injusta como al
principio de sus gobiernos; y la pobreza sigue abarcando a 10 millones
de personas, entre ellos una gran mayoría de jóvenes y niños. El hambre
aun afecta a una porción notable de ellos pese a cosechas de 100
millones de toneladas. El 40% de los trabajadores esta en negro, es
decir cobra menos, tiene peores condiciones de labor, no le hacen los
aportes y su estabilidad siempre pende de un hilo. El 70% de los
jubilados cobra un mínimo irrisorio para vivir, y usted vetó el 82%.. La
salud pública es un desastre (lo que diría Ramón Carrillo si la viera),
y la educación no le anda muy atrás. Faltan millones de viviendas.
La economía ha seguido concentrándose y extranjerizándose sin pausa
estos años. Los bancos se manejan por una ley de Martínez de Hoz, ganan
millones de préstamos al consumo, la renta financiera no paga impuestos,
los que en su mayoría se siguen recaudando del IVA, no de los que mas
tienen. Cinco multinacionales manejan el comercio exterior de granos.
Las grandes mineras saquean nuestros recursos y afectan el medio
ambiente, al amparo de una ley menemista que usted defiende. Las
empresas extranjeras, como Repsol, se llevaron hasta ahora la plata "en
pala" como gusta decir, sin invertir en recomponer las reservas de gas y
petróleo, hipotecando el futuro de todos con la vista gorda y la
complicidad de sus funcionarios. Del tren ni hablemos, antes llevaba
cargas y pasajeros en condiciones adecuadas, ahora se lleva vidas en
medio de corrupción descarada.
Antes se daba la vida por la
nación, su pueblo, o el líder, ahora usted promueve en la juventud que
se desvivan por cargos y recursos económicos, que se dan si no se
discute nada. En definitiva por ascender política y socialmente por ese
camino. Fíjese que para transformar el país en un sentido de progreso
soberano, Juan Perón construyó un nuevo movimiento político superador de
los que nos habían llevado a la década infame. Néstor y usted dijeron
allá lejos y hace tiempo, que había que hacer lo mismo, y terminaron en
el PJ que había destruido la Argentina en los noventa; del que ahora son
rehenes aunque usted -a veces- zapatee.
¿Está segura Cristina
que nos devolvió la patria que nos arrebataron? Nosotros creemos que los
suyo es mucho mas relato que realizaciones. No se olvide que hace
tiempo, el gran dirigente de su partido ya decía "la única verdad es la
realidad". Obsérvela detenidamente y compare.
HUMBERTO TUMINI
Secretario general
Movimiento Libres del Sur
No hay comentarios:
Publicar un comentario